¡Cash mejor, gracias!

¿Porque es fundamental apostar por el dinero en efectivo antes de que desaparezca del todo? 

Pagar en efectivo es una práctica que día tras día vemos desaparecer en nuestro negocio. A la hora de pagar, vemos como algunas personas ya ni se plantean de qué forma van a pagar. Sacan la tarjeta o el móvil y esperan a que tecleemos el importe en el datáfono. Tanto a nivel individual, como para el pequeño negocio y el bienestar económico general de la sociedad, queremos con este articulo concienciar sobre las razones por las que defendemos el efectivo como medio de pago y luchamos para que no desaparezca.

Empecemos por lo individual: te darás cuenta de que controlas mejor tus gastos cuando los haces en efectivo. ¿Cuántas veces hemos consultado nuestras cuentas y perdido el recuerdo del origen de un gasto? Sacar una cantidad de dinero en efectivo y ver como se vacía el monedero poquito a poco nos ofrece mucho más control. Además, el efectivo es más seguro. El riesgo de que te roben es más importante, pero el importe robado será mucho menor que en caso de robo informático o estafa en tus cuentas. Y es más confidencial. Estamos acostumbradxs a que todos nuestros movimientos y acciones sean trazadas, porque usamos el teléfono móvil para todo y todo esta digitalizado. El dinero en efectivo nos sigue ofreciendo un margen de libertad: qué gasto, dónde, cuándo, en qué tipo de negocio.

Para nuestros pequeños negocios, el uso del efectivo es importante porque, siguiendo una lógica general que seguimos cuando buscamos la sostenibilidad y la ética, hay que eliminar intermediarios. Esto se traduce, a lo largo de las cadenas de suministros, en la eliminación del coste energético y de la contaminación, y, sobre todo, de los beneficios de manos de intermediarios especuladores. El banco (sea banco ético o no…) nos cobra el TPV, el mantenimiento de la cuenta y un porcentaje por cada venta. Todo esto es dinero que se pierde entre tu bolsillo (el del comprador) y el nuestro (el del negocio). Los 16€ que piensas dar a ContraBanda por tu compra, pero también pensando en que estás apoyando el negocio a nivel local, son en realidad 15,60€. El banco es una maquina gigantesca que genera beneficios gracias a estas operaciones. En el caso de un banco que no asegura su línea ética y sostenible, permitimos de manera directa e indirecta y en ocasiones de forma inconsciente que se juega con este dinero y con nuestro dinero depositado, a fines que no apoyamos en absoluto y de forma totalmente opaca. La inmensa mayoría de bancos tiene una falta de transparencia tremenda mientras muestran eslóganes como «¡somos éticos!» y pintan la fachada de verde, aun cuando siguen financiando las energías fósiles, el mercado de armas, las grandes multinacionales y otras aberraciones con tu dinero. Todo esto debería ser razón suficiente para evitar el pago con tarjeta a todo coste.

Y aquí llegamos al bienestar en general de la sociedad y del planeta, tema complejo, pero que trataremos de resumir en unos puntos. Os invitamos a explorar más el tema de las finanzas si os resulta interesante:

– Por encima de lo político está el sistema económico, que de momento funciona de forma muy relacionada con el sistema financiero (la bolsa). Una empresa grande vende partes de su empresa a «accionistas» para poder crecer, y cuando genera beneficios, distribuye estos beneficios a los mismos. Los accionistas no hacen nada beneficioso para la sociedad: no trabajan, no se movilizan para un futuro mejor… solo tienen dinero y su banco les ofrece «invertir» garantizándoles seguridad y rentabilidad. A esa gente les importa poco el «para qué» han invertido, siempre y cuando se genere algo de riqueza. Y este es el problema principal. Cuando a nivel macroeconómico surge una clase de gente y entidades (bancos) que se dedican a la especulación (comprar y vender acciones) es cuando entramos en un juego aún más peligroso. Esta especulación tiene límites, pues se trata de un dinero ficticio, y las consecuencias de un juego demasiado atrevido llevan a crisis tal como la crisis del 2009 y las que están por venir. Tenemos que evitar que esto pase, siendo muy críticos hacia los bancos y entidades especuladoras.

– El tema que nos toca de forma más cercana, y que más choca con nuestros valores, es el tema de la economía informal. La economía informal afecta tanto a la sostenibilidad como a la supervivencia de una clase cada vez más grande de personas que no «encajan», o mejor dicho que «no han sido encajadas» por la sociedad. Por culpa de lógicas neoliberales como la reducción de costes por deslocalización de empresas, por ejemplo, es cada vez más difícil encontrar trabajo y, aunque tengas, lograr vivir de ello. El Estado recorta en servicios sociales básicos, lo que lleva a la gente a la precariedad. El mercado inmobiliario está cada vez más acaparado por maestros de la especulación, vía el turismo entre otros, y mucha gente lucha para encontrar una vivienda digna. En resumen: los pobres no son pobres porque quieran ser pobres o porque no se muevan. Son pobres porque la forma en que la economía capitalista se acapara de todos los aspectos de nuestra vida excluye a cada vez más gente.

Sigue habiendo una forma de sobrevivir frente a esta exclusión social: buscarse la vida. ¡Y buscarse la vida no entiende de datáfono! Pensad en la música o en la venta de arte y artesanía en la calle, en tender la mano para pedir dinero, pensad en la propina que viene a endulzar el salario tan bajo de los hosteleros. En adolescentes lavando el coche del vecino para ganar su primer dinerito…Todo esto desaparecería sin la existencia del cash. Pensad en los rastrillos que tanto nos gustan, en los que los objetos circulan entre todxs, entre quién se quiere deshacer y quién lo necesita, a un precio simbólico, generando una valorización de los residuos y una economía mucho más circular que, directamente, beneficia a la gente. Mas sostenible también, porque el dinero que yo gano, acaba de forma muy directa en manos de mis vecinos, creando una economía circular sin desperdicios. Un billete de 10 euros que gasto en el bar de enfrente y que el tenante del bar da al panadero para reembolsar una deuda que tenía, el último comprando un libro de segunda mano y el librero gastándose estos 10 euros en mi negocio nos permite a todos enriquecernos sin que haya pérdida de dinero.

¡Nos encanta escuchar a unx clientx decir «os pago con dinero de verdad!». Nos suena a la vez divertido y muy justo. El dinero es una herramienta social necesaria en el sistema tal y como está pensado ahora mismo. Pero es una herramienta muy potente y peligrosa si se aleja de sus fines básicos. Por eso hay que controlar su uso y los caminos que recorre. ¡No dejes que desaparezca el dinero en efectivo!

Articulo escrito por Manon Waterschoot con la agradecida revisión de Luis Pardo de la Puente


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